lunes, 26 de mayo de 2008

Fragmentos paralelos


Era una pálida tarde de otoño, resecos los espíritus andaban bajo un tenue ámbar de incertidumbre, esos días que (para la inmutable mayoría) parecen dislocados del calendario, en donde la vida tiende a enmudecer, a la espera de algo que va a terminar sin suceder, algo que se esfuma sin siquiera aparecer.
Un manto de gris lo rodea, inadvertido corre en su mente mientras su tristeza se hace patente sólo para los que lo quieren ver. El vacío lo aplasta, lo ahoga, y a veces siente que en fotografías su vida sería más sincera, en blanco y negro, sin más preámbulos que sus pantalones arrastrando por el suelo, cabizbajo y pensativo, suspendido en el tiempo, como un fantasma que quiere volver a ser carne y piel —sobre todo piel.
Ella exhala negros violáceos, espíritu indomable y etéreo, que rompe las barreras del abismo con sólo mirar a través, cuyo oscuro encanto redobla las apuestas ante la fría realidad de otra tarde sin comprender. Salvaje energía tempestuosa que quiebra los parámetros de los doctores de la humana estupidez, sinrazón lógica de la esencia golpeada por la amarga desnudez…
Los finos hilos de la soga se cortan a cada paso. Cada paso multiplica su placer. Para ella el placer es el ocaso, sombría ternura que no se cansa de beber.


Santiago - Ruina_circular

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El vacío lo aplasta, lo ahoga, y a veces siente que en fotografías su vida sería más sincera, en blanco y negro, sin más preámbulos que sus pantalones arrastrando por el suelo, cabizbajo y pensativo, suspendido en el tiempo, como un fantasma que quiere volver a ser carne y piel —sobre todo piel.


Me encantó, a por miles de párrafos tan hermosos como este!!

Abrazo de marsopa!!!

Anónimo dijo...

"para la inmutable mayoría"
Terriblemente borgeano. Por fin tuve el gusto de leer algo escrito por vos pero por vago y olvidadizo no lo comenté antes, je. Me encantó el párrafo final, poesía pura. Mis felicitaciones.

Un abrazo