jueves, 22 de mayo de 2008

Lágrimas con olor a lluvia


Vasos llenos

Opte por una filosofía de vida de ver el vaso medio lleno y buscar el agua para llenarlo. Siempre parece, que nos sacan el agua, que se empieza a escurrir por abajo, que lentamente, como demostrándonos que se esta yendo, se va el agua, se escurre, se chorrea por entre las manos. Se nos escapa. Justo en ese momento, solo vemos el agua que se va. Y como para no extrañarla, lloramos. Lloramos con un dolor en el pecho, lloramos tratando de llenar el vacío de agua, con mas agua, a diferencia que el agua que se fue no era nuestra, no nos pertenecía, la teníamos en nuestro vaso, pero no era nuestra.Ahora se fue. Ya esta. Tenemos un vaso incompleto, o lleno de lágrimas, de llantos y de tristeza que es toda nuestra. Es nuestra agua mas pura, ya que no proviene de mi lagrimal, viene de mucho mas allá, de ese lugar en el que solo el agua puede venir y solamente vos pudiste llenar. Ahora sí que el agua es mía. Es mi vaso, mi agua, mi llanto, mi tristeza. Pero todo me pertenece. Ahora yo decido cuando se va, y cuando se queda. Cumple sus promesas, es mio. Es mi agua. Es mi vaso vacío, mi vaso lleno. A la noche, algunas noches, vuelvo a ver como el agua se escurre de mi, como en la peor pesadilla que ya viví. Otras, sueño que ella vuelve, pero no ocupa el mismo espacio, esta teñida de otro color, ya no concuerda con mi vaso, aunque siga teniendo cada una de las perfectas características que hacían que sea mi agua. Ya está. El agua se evaporó. No sos mía ni de nadie, sos simplemente un recuerdo en mi memoria de el agua mas rica y bella que tuve entre mis manos. No sos mas que eso. Vapor de agua. Miro el vaso. Mio, mi agua, mi vaso. Ahora es todo mio. Es cierto que el agua que queda es poca, pero es mía. No me abandona. Es completamente mía.
Solo me queda ir a buscar mas agua, o seguir llorando, limpiando las manchas de oxido que se formaron al borde de mi vaso, suturando todas las grietas que se abrieron, trabajando en mi vaso, simulando que estoy conforme con él y que no me afecta en nada el recambio del agua, imaginándome para mi que todo el espacio vacío de mi vaso, lo lleno con agua transparente, que no moja, que no lava, que no tiñe, pero que me hace feliz.

Paula Verón

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que bueno saber que no siempre habrá vasos vacíos. No sé por que este texto me llena de olor a lluvia... será el recambio de agua que suele ser tan triste, recambio al que terminamos por resignarnos, que nos enseña muchas cosas que nunca quisimos aprender, y que finalmente nos hace feliz.


Besotes!!!

Gonzalo dijo...

A mi este rejunte de palabras me termina de vaciar el vaso. Pero eso es mi culpa porque ando algo pesimista últimamente.
Buen texto, genera sensaciones.

http://www.fotolog.com/lobocaido