jueves, 12 de junio de 2008

MENDIGO

No había descansado bien… hacia tiempo, noches, días, que algo lo tenía como ido, perdido y sin ganas de sentir ganas por nada que le diera ganas.

No le era difícil entenderlo.. desde que ella se aburrió de el,

de sus necesidades.. su amor quedo flotando, como un gas enrarecido, ahogándolo, cómo pudo?

Repasaba cada instante minuseosamente, tan difícil era quererlo? Ayudarlo?

Le dio todo lo que pudo, pero ella siempre pidiendo más..

Tendría que haberlo entendido.. esperado.. era dueña de cuanto el tenía, quería y sentía.

Solo era cuestión de tiempo, que egoísta fue, que solo lo dejo.. que triste, el sabía que un día sería quien todos esperaban, pero que se creen acaso? Que pueden manejarlo?

No querían entender que el tenía sus tiempos? Que los necesitaba? Y ahora así solo que hacia? De donde sacaría las fuerzas?

Quién podía dormir con tanto dolor?

Se levanto y como un ritual recorrió arrastrando sus pies por la casa,

Busco algo que comer, la heladera estaba vacía, manteca, huevos y un poco de hígado secándose en un bandeja. Nadie compraba…

Jugó con Timoteo, miro el reloj…

Eran las doce..

- Que tarde.- pensó.

Ya a nadie le importaba que hacia el de su día, imagino el teléfono sonando,

se imagino corriendo para atenderlo e imagino su voz queriéndolo.

- Por qué no me espero? Qué le hice?

Prendió la tele sin siquiera mirar que había, recordó que ella no miraba tele..

Volvió a perderse en sus planteos, sus rencores mal alimentados.

Sentado en ese sillón fue que lo sorprendió una brisa helada

lo invadió despacio, lentamente, poro a poro.

No pensó a que se debía.

Solo se levanto y como un autómata, cerró la ventana.

Mas el frío comenzó a calarse por sus venas, en un recorrido

viscoso que jalaba sus arterias hacía el pecho, como anudándolas.

Siguió sin darse cuenta, inconsciente de lo que iba sucediendo,

pensando que el noticiero ya carecía de toda credibilidad.

- Cálido y húmedo.....

Repitió para si mismo y con una mano que se le torno pesada y lenta

busco a tientas las gafas, las acababa de dejar en la mesita junto al libro.

Su mirada seguía perdida en el cielo, a través de la ventana, como buscando

la respuesta a ese frío que empezaba a incomodarlo.

Se colocó las gafas, de la misma manera se las sacó y las observo.

si... estaban limpias...

entonces?? las volvió a mirar, ahora más detenidamente, no.. nada...

Se refregó los ojos, pero todo continuaba borroso.

Fue hasta el baño, se miró al espejo y en ese mismo instante descubrió

que hasta allí lo persiguió el frío y que sus piernas como sus brazos, o sus manos

tenían un peso inaudito, inaudito y a destiempo, ya que las movía con ligereza,

pero arrastraban un peso que no era suyo.

Entonces levantó la vista y se vio, borroso, lejano, pero era él, el espejo

le devolvía imágenes conocidas.

Divididas en secuencias, distintas edades, y ella sin dejar de estar, distintas etapas, escucho risas, peleas, charlas,

De pronto un silencio....

Y una voz interna que alguna vez fue suya le grito

- Mentiras!! mentiras!!

deja de mendigar...

Hasta cuando vas a seguir suplicando por cosas que vos debías dar??

Mirate bien... no sos vos mismo...

Sin mi no sos mas que un mendigo, que implora calores, equilibrios, alegrías,

compañía, tibiezas, sueños, esperanza, ideas, respuestas.

Cuándo dejaste de buscarme? Cuándo me abandonaste acá adentro?

Siempre estuve aquí, dispuesto a todo, a mostrarte cada paso a seguir, a darte la mano, a perseguir quimeras y acunar tus decepciones.

Por qué equivocaste el camino? Qué te hizo un mendigo solo y triste?

Qué te hizo creer que ella con su amor iba a construir el tuyo?

El que debías darle, no te das cuenta que no ser, es no hacer, es no dar?

Que pedir, no es querer? Que reclamar no es tener?

Te escondes en la comodidad de poder distribuir culpas, en el egoísmo de no hacerte responsable de tus actos. Hoy tus manos en vez de construir fortalezas, solo golpean puertas que no se abren o que se cierran en tus narices, mostrándote el dolor de tu soledad,

Mirate al espejo, en tus ojos solo hay dos huecos oscuros por donde yo ya no miro...

Ese nudo de arterias en su pecho se libero de pronto, volviéndolo a inyectar de sangre fresca, que a borbotones le pedía más oxigeno.

Un cimbronazo detrás de otro o tal vez uno largo y agudo, acribillo sus oídos, la suavidad de Timoteo rozo su pantorrilla al saltar del sillón, sacudió su cabeza, era el timbre..

Timoteo no ladraría, dada su condición gatuna se limitaba a rozarlo y acompañarlo hasta la puerta.

Tardó en ubicarse, el baño estaba lejos, el sillón bajo su cuerpo, la ventana abierta, y algo nuevo y vibrante o quizás olvidado, que latía dentro suyo.

El timbre seguía sonando, Timoteo ya lo esperaba al lado de la puerta, quién buscaba ya se alejaba, era solo un mendigo, pero ya golpeaba otras puertas.

lola

3 comentarios:

zippo dijo...

Enhorabuena!
Es un honor ser su primera firma, entre otras cosas.
Pasala bien en el club de las...marsopas, que sea una linda aventura.
...Y felicitaciones Lola.

Gonzalo dijo...

Como dijo el Indio Solari:

"Si no hay amor que no haya nada entonces, alma mía. No vas a regatear!"

Anónimo dijo...

Qué te hizo un mendigo solo y triste? Qué te hizo creer que ella con su amor iba a construir el tuyo? El que debías darle, no te das cuenta que no ser, es no hacer, es no dar? Que pedir, no es querer? Que reclamar no es tener?

Ayyyy me identifico mucho con lo que escribiste... el amor y esas cosas de los hombres que me intrigan tanto... nunca supe jugar al amor.

Besotes!!!